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24 de septiembre de 2019

¿El nuevo petróleo? Desafíos actuales para el desarrollo turístico en Colombia

El siguiente texto ofrece una reflexión sobre los principales retos que enfrenta el país en relación con su desarrollo turístico. En este sentido, señala un importante desbalance entre los avances concretos del sector turístico, en términos del dinamismo que ha evidenciado este sector en las décadas recientes y en contraste con la precariedad que evidencia su marco normativo y de gestión. Lo anterior, se argumenta a la luz una serie de conceptos claves para el análisis del desarrollo turístico y algunos resultados empíricos de una reciente investigación denominada Visión 2030 del Turismo en Colombia (Universidad Externado & COTELCO, 2018).

De acuerdo con los indicadores oficiales a nivel nacional, el sector turístico en Colombia tiende a consolidarse como una de las principales actividades económicas del país. Esto, tras un crecimiento sostenido desde comienzos del siglo XXI. No obstante, cabe preguntar si esta tendencia es sostenible a futuro ¿Es posible que el sector turístico se consolide como un motor de desarrollo para el país? ¿Cuáles serían sus alcances y sus límites? Al respecto, se presentan algunas evidencias estadísticas y reflexiones conceptuales con el objetivo de enriquecer el debate en relación con el rol y alcance del turismo como una posible alternativa para el desarrollo sostenible presente y futuro del país.

En primer lugar, se presenta una selección de indicadores oficiales a nivel nacional según el Centro de Información Turística de Colombia (Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, 2019) y donde:

  • Los ingresos nacionales relacionados con las exportaciones de servicios de la cuenta de “viajes y transporte de pasajeros” aumentan más de 510% entre 2003 y 2018.
  • La cantidad de prestadores de servicios turísticos crece 390% de 2005 a 2017.
  • El número de habitaciones de uso turístico asciende más de 369% desde 2005 hasta 2017.
  • El conjunto de visitantes extranjeros no residentes al país se amplía 239% entre 2010 y 2018.

Antes de finalizar la segunda década del siglo XXI, el turismo en Colombia se ha expandido entre 3 y 5 veces, en comparación con su tamaño a finales del siglo XX. En contraste con otros productos, desde 2001, los ingresos de divisas por turismo superan a los del café y a los de cualquier otro producto agropecuario. De hecho, el único sector que aventaja al turismo en generación de divisas es el extractivista, en particular, de carbón y petróleo (Garavito & Ochoa, 2016).

Sin embargo, el crecimiento del sector turístico no se corresponde necesariamente con un desarrollo proporcional, en términos de políticas públicas, normatividad, inversión, planificación y gestión. En este sentido, se plantea la hipótesis de que el desarrollo turístico en Colombia ha sido el resultado de un proceso espontáneo, no deliberado, ni planificado, estimulado principalmente por factores externos. Al respecto, se identifica un elemento clave, asociado con la mejora en la situación de seguridad relativa y percibida del país, derivada del proceso y el acuerdo de paz, desarrollado durante el gobierno del expresidente Santos.

En consecuencia, diversas naciones como Australia, Canadá, Estados Unidos, Francia y el Reino Unido, entre otras, han mejorado las calificaciones de riesgo de viaje turístico otorgadas a Colombia. Por ejemplo, según la página electrónica de Lonely Planet (2019) si se evitan las zonas más peligrosas Colombia, el país “no debería ofrecer más que buenos momentos”. Así las cosas, es evidente que una parte significativa del crecimiento turístico no se origina por una iniciativa interna o planificada, sino como un efecto secundario jalonado desde fuera de las fronteras del país.

En segundo lugar, en cuanto a las reflexiones conceptuales, vale la pena revisar los principales aportes académicos que inspiran y moldean la planificación y el desarrollo turístico a escala global. Esto, con el fin de tener un punto de referencia más amplio para observar el caso colombiano. En este sentido, tres referentes son fundamentales: la competitividad, la sostenibilidad y la gobernanza. No obstante, más que unas definiciones aisladas de cada uno, se plantea que la planificación turística requiere que estos referentes sean entendidos como un sistema interconectado y complementario. De forma seguida, se explica por qué la comprensión y aplicación efectiva de cualquiera de éstos requiere y depende de los otros.

Para comenzar, la competitividad surge como una perspectiva dominante para la planificación de los destinos turísticos, desde la segunda mitad del siglo XX. En efecto, esta señala la importancia del contexto en donde se despliegan las actividades turísticas (Velasco, 2010). En otras palabras, resalta que las dinámicas y las condiciones del entorno son fundamentales para el éxito económico de cualquier desarrollo turístico. Por ejemplo, el World Economic Forum (2010) plantea tres factores que sintetizan los elementos más relevantes para mejorar la competitividad: el ambiente macroeconómico, la calidad de las instituciones públicas y la situación tecnológica de un país.

La definición clásica sobre la competitividad en turismo se refiere a la capacidad de los destinos para mantener su posición en el mercado y para mejorarlo a través del tiempo. Al poner en primer plano al destino turístico, se relativiza la creencia en que el desarrollo turístico depende del esfuerzo individual de unas personas, empresas o instituciones aisladas ente sí. En contraste, propone que la competitividad depende de unos procesos colectivos que requieren de niveles crecientes de organización, confianza y cooperación entre los diversos actores involucrados en cada destino.

En tal sentido, se llega fácilmente al concepto de sostenibilidad ya que, según Ritchie & Crouch (2003), la competitividad de un destino que no sea sostenible es, en el mejor de los casos, efímera e incluso, ilusoria. En efecto, la sostenibilidad demanda una atención especial a tres puntos: la conservación ambiental, la eficiencia económica y la equidad social. Es decir que, en un caso hipotético, a pesar de un logro significativo en la eficiencia económica, sin un desarrollo consecuente de la conservación ambiental y la equidad social, es muy probable que dichas ganancias no sean más que fugaces y superficiales.

Según lo anterior, se revela un vínculo de necesidad entre la sostenibilidad y la competitividad turística. En otras palabras, sin sostenibilidad no hay competitividad a largo plazo, ni responsabilidad frente a los riesgos y efectos indeseados ambientales o sociales, derivados del turismo. No obstante, ¿cuál sería la mejor manera para lograr la competitividad turística en un marco de respeto a la sostenibilidad?

En general, los procesos de desarrollo turístico involucran una multiplicidad de actores públicos, privados y comunitarios. Los modelos clásicos de gobierno, donde la toma de decisiones se impone desde arriba hacia abajo, o se despliega desde el centro hacia las periferias, pueden ser muy ineficientes y generar más conflictos que soluciones. Ante este reto emerge el concepto de la gobernanza turística. De forma amplia, la gobernanza se relaciona con la formación de redes de actores públicos, privados y comunitarios, por medio de las cuales se trabaja y se toman decisiones basadas en el consenso y la colaboración. (Kooiman, 2004; Mayntz, 2000)

Para la aplicación de la gobernanza en el campo del turismo es fundamental incluir el tema de la calidad de vida de la población residente en los destinos. Esto implica que las iniciativas turísticas, difícilmente serán competitivas y sostenibles a largo plazo sin contar, por una parte, con la participación de las poblaciones receptoras y, por otra parte, si los proyectos turísticos no generan una mejora concreta en su calidad de vida (Barbini, y otros, 2011; Fernández, Villar, Mercado, & Bascarán, 2014). Esto significa que los actores más relevantes en los sistemas turísticos dejan de ser los grandes capitales y ahora, serían los habitantes locales. Es decir, que las poblaciones receptoras se convierten en los garantes de la sostenibilidad, la competitividad y, en general, del éxito de los desarrollos turísticos.

En suma, desde una perspectiva académica, se resalta la interdependencia entre la competitividad, la sostenibilidad y la gobernanza, aplicados a la planificación y el desarrollo turístico. Esta idea no es un reto menor, ni meramente conceptual, pues si la apuesta del gobierno actual es que el turismo sea un sector jalonador del desarrollo de Colombia, a mediano y largo plazo, esto es algo que no se debería ignorar, dado el rol de liderazgo y la responsabilidad social y ambiental de los actores y autoridades gubernamentales.

Ahora bien, regresando a la actualidad del turismo en el país, a partir de un estudio reciente llamado Visión 2030 del Turismo en Colombia (Universidad Externado & COTELCO, 2018), se identificaron algunos resultados adicionales y relevantes para esta discusión: primero, desde finales del siglo XX, la política turística del país se ha enmarcado en una perspectiva de competitividad, donde la sostenibilidad ha tenido un aporte secundario y el enfoque de gobernanza, brilla por su ausencia. Por lo tanto, es fundamental fortalecer un abordaje del turismo no solo desde la competitividad, que permitan asegurar un impacto social positivo, un desarrollo ambientalmente responsable, y un modelo participativo de gobernanza turística.

Segundo, según un diagnóstico sintético del turismo, a través de 13 factores clave, calificados en una escala de uno a cinco, se encontró que:

  • Ninguno alcanza una calificación destacada, es decir, de cuatro o cinco (equivalente “buena” o “muy buena”).
  • Siete de ellos son clasificados en nivel tres (“regular”), estos son: recursos naturales, patrimonio histórico y cultural, infraestructura, conectividad y accesibilidad, marketing y promoción, recursos humanos, y cooperación entre actores.
  • Seis factores se ubican en el nivel dos (“malo”), a saber: sistemas de información del destino, calidad en el servicio, seguridad, cultura turística y participación comunitaria, crecimiento económico y desarrollo para la comunidad y el destino, y sostenibilidad.
  • Ninguno de los factores recibió una calificación de uno o “muy malo”.

Lo anterior indica que el estado de los factores claves para el desarrollo turístico en Colombia es regular” en los mejores de los casos y “malo”, en el resto. En particular, se evidencia la necesidad de un proceso de articulación transversal del turismo con otros sectores; así como un fortalecimiento y coordinación por medio de redes de actores públicos, privados y comunitarios a nivel local, regional y nacional. En suma, esto implicaría reorientar políticas públicas de turismo, las cuales se han caracterizado por promover un esquema de arriba hacia abajo y del centro hacia la periferia, con débiles procesos de participación. En este sentido, el enfoque de gobernanza reaparece como un campo de trabajo fundamental.

Tercero, en el marco de este mismo proyecto (Universidad Externado & COTELCO, 2018) según un ejercicio de que incluyó 173 entrevistas a informantes claves del sector, las problemáticas más relevantes del turismo, tanto a escala nacional como regional, incluyen: 1) la falta de voluntad política para priorizar el turismo como una estrategia de desarrollo; 2) la ineficiencia de las autoridades de control para evitar la competencia desleal; y 3) la desarticulación entre los actores públicos y privados. En este sentido, se destaca que el gobierno central es percibido “en deuda” con el sector turístico en general, en cuanto a sus responsabilidades como garante del orden legal y facilitador de los procesos y condiciones fundamentales para esl desarrollo turístico (como por ejemplo la falta de infraestructura básica y especializada).

El gobierno actual enfrenta, entre otros, el reto fundamental de trabajar, de manera concertada, con los diferentes actores públicos, privados y comunitarios, en los diversos niveles territoriales. Para ello, sería necesario construir políticas turísticas, de manera consensuada, formulando líneas estratégicas que articulen diversas soluciones, según las necesidades particulares de los territorios con vocación turística. A partir de esto, la pregunta principal sería ¿cómo lograr que el turismo aporte a la reducción de la inequidad social y al mejoramiento de la calidad de vida de los pobladores de las zonas más ricas en biodiversidad ambiental y cultural del país, que al mismo tiempo presentan los mayores niveles de pobreza? De ignorar lo anterior, y a pesar de que el turismo en Colombia continúe su desarrollo, estimulado por factores externos y no planificados, es posible que muy pronto emerjan escenarios insostenibles y, por lo tanto, improbable que este sector turismo se consolide como un motor para el desarrollo sostenible del país y sus regiones durante el actual gobierno o en el futuro más cercano.


Referencias

Barbini, B., Biasone, A., Cacciutto, M., Castellucci, D., Corbo, Y., & Roldán, N. (2011). Gobernanza y turismo: análisis del estado del arte. Simposio Internacional Gobernanza y Cambios Territoriales: experiencias comparadas de migración de amenidad en las Américas. Pucón, Chile. 20 al 22 de octubre de 2011 (págs. 111-125). Pucón: Universidad Nacional de Mar del Plata.

Fernández, A., Villar, A., Mercado, I., & Bascarán, V. (2014). La gobernanza territorial como nuevo enfoque para la gestión sostenible en destinos turísticos: planteamientos teóricos, frustraciones prácticas y posibilidades de futuro. V Congreso Internacional en Gobierno, Administración y Políticas Públicas. Madrid: GIGAPP- IUIOG.

Garavito, L., & Ochoa, F. (2016). El turismo y el desarrollo en Colombia, 2002-2014. En L. Garavito, F. Ochoa, & (Eds.). Debates contemporáneos sobre el turismo: nuevos retos del turismo. Casos de estudio sobre los vínculos entre la gobernanza, el desarrollo y la sostenibilidad, tomo I. (págs. 21-49). Bogotá: Universidad Externado de Colombia.

Kooiman, J. (2004). Gobernar en gobernanza. Revista Instituciones y Desarrollo (16), 171-194.

Lonely Planet. (23 de enero de 2019). Colombia Safety. Obtenido de Colombia Safety: https://www.lonelyplanet.com/colombia/safety

Mayntz, R. (2000). Nuevos desafíos de la teoría de governace. Instituciones y desarrollo (7), 35-54.

Ministerio de Comercio, Industria y Turismo. (28 de 01 de 2019). Centro de Información Turística de Colombia. Obtenido de Centro de Información Turística de Colombia: http://www.citur.gov.co/estadisticas

Ritchie, J. B., & Crouch, G. (2003). The Competitive Destination. A Sustainable Tourism Perspective. Cambridge: CAB International.

Universidad Externado de Colombia y COTELCO. (2018). Resumen ejecutivo – Visión 2030 del turismo en Colombia. [En línea] Disponible en: https://www.cotelco.org/Publicaciones

Velasco, M. (2010). Gobernanza del turismo: retos y estrategias de las redes de destinos turísticos. Madrid: CES Felipe II. Universidad Complutence

World Economic Forum. (2010). The Global Competitiveness Report 2010-2011. Geneva: World Economic Forum.


Leonardo Garavito González
Docente investigador
Facultad de Administración de Empresas Turísticas y Hoteleras
leonardo.gonzalez@uexternado.edu.co

ZERO IMPRESA EDICIÓN 37
ISSN ELECTRÓNICO: 2344-8431
ISSN IMPRESO: 0123-8779

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