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Inteligencia artificial: una perspectiva de género

La utilización de la IA y sus distintas aplicaciones adquiere múltiples dimensiones que determinan en muchos frentes en particular la discriminación de género, una acentuada asimetría, donde “lo femenino” se ve exaltado por los estereotipos de subordinación y voz pasiva.

La inteligencia artificial (IA) es “un conjunto de técnicas, algoritmos y herramientas que nos permiten resolver problemas para los que, a priori, es necesario cierto grado de inteligencia, en el sentido de que son problemas que suponen un desafío incluso para el cerebro humano". (Giletta et al., 2020, p. 5).

La IA es una especialidad tecnológica que se está desarrollando desde múltiples perspectivas; la eficiencia de los datos, la potencialidad de nuevos procesos para el desarrollo económico y social de los países, en fin, hay un sin número de temáticas que se abren a partir de este campo investigativo. Pero este desarrollo ha impactado de una manera directa las relaciones sociales, en especial el de las mujeres.

Esta temática ha sido de gran interés para muchos. Es el caso de Álvarez-Castellanos et al. (2023), quienes escriben un artículo para este número, los cuales enfocan su análisis en los estereotipos de género y como éstos pueden generar sesgos en la inteligencia artificial, hasta el punto de sexualizar la herramienta. Este artículo continúa en la misma línea del género y los sesgos de la IA.

Resulta curioso y sugestivo encontrar una serie de aplicaciones que utilizan Inteligencia artificial, donde se humaniza al programa computacional. Se puede decir que, desde este punto de vista, se han desarrollado una serie de esfuerzos para establecer relaciones mucho más cercanas con la tecnología, hasta el punto de dar a dichos desarrollos tecnológicos aspecto y nombre de personas cotidianas. Un ejemplo de lo anterior son los Chatbots que utilizan la mayoría de las empresas en su servicio al cliente con nombres como María Paula, Siri, Alexa, entre otros. Estas aplicaciones de la IA actual y la más popular son canales automáticos que simulan la conversación con un ser humano, chatbots. De ahí desarrollar la idea del género, pues todos ellos son caracterizados como femeninos.

Es necesario estudiar estas programaciones, ya que generan un aumento en la desigualdad y las relaciones de poder entre hombres y mujeres. Lo anterior, por la manera de programar dichas aplicaciones a partir de los sesgos que como seres humanos tenemos (por vivencias, experiencias, credos, etc.) los que determinan las diferentes acciones incluidas las profesionales y las más técnicas.  

Análisis feminista de la IA

Es importante mencionar, que investigar sobre estas temáticas es muy relevante, ya que no hay mucha literatura sobre el impacto o la que existe “es escasa y no existe articulación entre los estudios existentes” (Delgado, 2020, p. 159)

Como lo manifiestan las autoras del artículo Análisis feminista de las propuestas poshumanas de la tecnología patriarcal “El género y sus asignaciones en el ámbito público y privado se mantienen hoy, por lo que introducir la perspectiva de género en la ciencia y la tecnología se presenta como una tarea prioritaria “(Tajahuerce et al., 2017, p. 128). 

Según la autora, identifica tres olas respecto al impacto de la inteligencia artificial en el empleo de las mujeres:

Ola Algorítmica: Automatizar tareas simples 

Ola Emergente: Humanos y máquinas colaboran en la toma de decisiones 

Ola de Futuro: “Permite el desarrollo de inteligencias artificiales capaces de tomar decisiones y resolver problemas en situaciones dinámicas del mundo real.” (Delgado Cadena, 2020. Pág. 163).

Por consiguiente, los impactos de la inteligencia artificial son desiguales, entre los sectores, entre los géneros y entre los países. “El impacto de la tecnología sobre el empleo se manifiesta de manera diferente entre mujeres y hombres debido a que la distribución del empleo por sectores y ocupaciones no es equitativa por sexo.” (Castaño, 2016, p. 44)

Adicionalmente, la autora sostiene que los empleos que “normalmente” ocupan las mujeres, son los que están llamados a automatizar por medio de la Inteligencia artificial: 

“Entre las ocupaciones con alto riesgo de informatización, las de apoyo administrativo, legal y financiero, son mayoritariamente femeninas y representan respectivamente el 14,7% del empleo femenino y el 6,1% del masculino (empleados contables, administrativos y de oficina); también las ocupaciones de ventas (dependientes al mayor y al menor) que representan el 9,5% del empleo femenino y el 4,2% del masculino; por el contrario, las de producción material son masculinas y representan el 11,5% del empleo masculino y solo el 1,5% del femenino.(Castaño, 2016, p. 47)”.

Lo anterior, también lo argumenta Leal Carretero Fernando en 1993 “La división sexual del trabajo ha llevado, como sabemos, a asignar a las mujeres actividades "invisibles", en el sentido de que aparentemente no dejan huella, a diferencia de las actividades técnicas.” (Carretero, 1993, p.166)​.

Identifica tres brechas digitales de género: la primera es el acceso material a la TIC; la segunda es “en torno a cómo y para qué se usan las tecnologías e incluye dos dimensiones esenciales: las habilidades digitales, imprescindibles para extraer el mayor provecho de ellas, y los patrones de actividades realizadas” (Castaño, 2019, p. 47).

Por último, la tercera brecha digital de género se refiere a los beneficios que las mujeres obtienen del uso de las tecnologías. En este último punto la autora advierte que la tecnología y sobre todo las redes sociales han sido una herramienta muy útil para las diferentes manifestaciones feministas.

Se ha realizado un recorrido por las investigaciones académicas que hablan sobre el impacto que ha tenido la inteligencia artificial en el mercado laboral y más específicamente en las mujeres, pero hay un tema que es de especial relevancia; los sesgos. Los sesgos algorítmicos tienen, como antecedente inmediato, a los sesgos humanos los que, a su vez, se gestan en el proceso humano de toma de decisiones, replicándolos.​(Macchiavelli, 2021, p. 1).

El sesgo humano

Es importante mencionar que los algoritmos los crean los seres humanos, y éstos generan ejemplos de cómo se debe comportar esta inteligencia artificial. En este sentido, se replican las visiones que cada ser humano tiene frente a una temática, un ejemplo de esto es: 

“los electrodomésticos comenzaron a hablarnos utilizando por regla voces femeninas para dirigirse al usuario. La inteligencia artificial, por su parte, también propone el uso de chatbots o de asistentes virtuales con el uso predeterminado de voces femeninas y con nombre de mujer –Siri-Alexa-Cortana, entre otros-, lo que viene a perpetuar los clásicos estereotipos de género que asocian lo servicial y lo doméstico con las mujeres (Macchiavelli, 2021, p. 3)”.

Por lo anterior, es importante para la autora que la inteligencia artificial vaya de la mano con la intervención humana, pero desde una perspectiva de género para poder mitigar esos sesgos que aumentarían la brecha y la desigualdad entre los hombres y las mujeres. Por ello, para que las tecnologías no se constituyan en otro medio más de la mediación cultural, se requiere del esfuerzo humano de salir del círculo vicioso a partir de nuestra intervención –la humana con perspectiva de género en cada paso del proyecto creativo.​(Macchiavelli, 2021, p. 21). 

Es importante empezar a visibilizar esto, para poder insistir desde la academia en un análisis mucho más incluyente y que no agudice la discriminación de género. La inteligencia artificial junto con las diferentes aplicaciones debe responder a las necesidades de toda la población no de la mitad (en este caso los hombres).

Esta discriminación se profundiza al utilizar de manera indiscriminada voces femeninas en aplicaciones para el servicio al cliente. Generando un rol específico para las mujeres y para los hombres incluso en aplicaciones tecnológicas. Esto profundiza las relaciones de poder entre los géneros.

La Inteligencia artificial, no puede ser concebida para reproducir las desigualdades de género, raza, identidad. Tiene que ser una herramienta que genere mayor igualdad en las personas y que disminuya las brechas.

Por otra parte, se podría plantear una inquietud mucho más allá del género, y es el por qué se tiene que humanizar la relación entre el ser humano y la máquina, porque se tiene que trasladar el servicio entre seres humanos a una inteligencia sintética o artificial.


Referencias

Belzunegui-Eraso, Á. (2020). Formas de consciencia, Inteligencia Artificial y nuevos retos para la Sociología. Methaodos Revista de Ciencias Sociales, 8(1), 91–102. https://doi.org/10.17502/m.rcs.v8i1.350 

Bermudez-Alarcón, K. (2021). Formas de trabajo a partir de las nuevas tecnologías y contrato social. Universidad Externado de Colombia.

Carretero, F. L. (1993). Hacia una nueva filosofía del trabajo. Debate Feminista, (7), 129–167. https://about.jstor.org/terms 

Castaño, C. (2016). La brecha de género en la 4aRevolución industrial. Gaceta Sindical: Reflexión y Debate, 97–106. 

Castaño, C. (2019). Revolución tecnológica y acceso de las mujeres al espacio público. Otoño, 134, 43–51. 

Corvalan, J. G. (2019). El impacto de la Inteligencia Artificial en el trabajo. Revista de Direito Econômico e Socioambiental, 10(1), 35. https://doi.org/10.7213/rev.dir.econ.soc.v10i1.25870 

Delgado, M. V. (2020). Gender job gaps and challenges in the digital economy: Findings from global governance entities. Cuadernos de Administración, 36(67), 158–171. https://doi.org/10.25100/cdea.v36i67.8767 

Francisco, J., & Serrano, J. (2019). GLOBÓTICA Y EMPLEO DEL FUTURO 1. Introducción Innovaciones tecnológicas, demanda de trabajo y empleo

Giletta, M., Giordano, A., Mercaú, N., Orden, P., & Villareal, V. (2020). Vista de Inteligencia Artificial: definiciones en disputa. SOCIALES INVESTIGA. Escritos Académicos, de Extensión y Docencia, (9), 20–34. https://socialesinvestiga.unvm.edu.ar/ojs/index.php/socialesinvestiga/article/view/320/287

Macchiavelli, N. (2021). “Perspectiva de género en las nuevas tecnologías. El problema de los sesgos.” Diario Suplemento Derecho y Tecnología, (84). 

Tajahuerce, I., Mateos, C., & Melero, R. (2017). Análisis feminista de las propuestas poshumanas de la tecnología patriarcal. Chasqui. Revista Latinoamericana de Comunicación, (135), 123–141. 

Vásquez , M. (2019). Inteligencia artificial: de cara al logro de los ODS Tema especial


Carolina Rizo
Estudiante
Doctorado en estudios políticos
carolina.rizo@uexternado.edu.co

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