Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales

Liber Abaci
20 de abril de 2015

El concepto de responsabilidad social empresarial en el sector bancario islámico

La responsabilidad social empresarial (RSE) comprende no sólo aquello que las compañías deciden hacer con sus dividendos, sino también la forma como los generan, al pensar en el impacto social y medioambiental que produce su gestión (Harvard Kennedy School, s. f.). Encontrar una definición de RSE generalmente reconocida (así como ocurre con el concepto de desarrollo sostenible) no es tarea sencilla. Sin embargo, las definiciones existentes coinciden en afirmar el carácter voluntario de su implementación.

Ahora bien, aunque la RSE es aplicada por el sector privado a lo largo y ancho del mundo, es implementada de manera diferente. Mientras que en el sector bancario islámico (SBI) la RSE se encuentra ligada a los principios morales inherentes a la religión del islam dictados por la sharía (unidad, justicia y confianza), en el sector bancario occidental (SBO), de carácter secular, la aplicación de la RSE responde a principios modernos creados y aceptados socialmente en el mundo occidental y acogidos en las legislaciones de cada Estado[1].

Así, en el caso del SBO los principios éticos que rigen la puesta en práctica de la RSE son una construcción social joven que surgió como respuesta para asumir los retos de la modernidad (calentamiento global, pobreza, inequidad y extracción indiscriminada de recursos naturales, entre otros). En el SBI, en cambio, la RSE es adoptada a partir de valores religiosos antiguos institucionalizados a través de la sagrada sharía, según los cuales se espera que el sector juegue un rol significativo en la redistribución de la riqueza y la justicia social (Kamla & Ramal, 2013).

[1] Entre los acuerdos sociales a nivel mundial se encuentran: el Código de Comportamiento Ético para Gestión de las Empresas propuesto en el Foro de Davos de 1973, los principios y normas para el ejercicio de una conducta empresarial responsable enunciados por la OECD, y el Pacto Mundial de Naciones Unidas, que se constituyó como un espacio para tratar temas laborales, ambientales y de derechos humanos entre empresas y otros sectores.

Aplicaciones de la RSE en ambos sectores

Para el islam, la formación de un orden socioeconómico justo es un medio más que un fin en sí mismo (Aribi & Gao, 2010, p. 2). En consecuencia, el SBI tiene como premisa la preocupación por el bienestar general, sin descuidar el interés individual de los accionistas (Ullah & Jamali, 2010, p. 624), y tiene como principio la distribución de pérdidas y ganancias (o riesgo compartido), acompañado de la prohibición de la incertidumbre y del cobro intereses (riba), pues estos últimos son descritos en el Corán como una forma de tomar ventaja injustificadamente (Inam & Kangni, 2010, pp. 4-5). En efecto, en el SBI las transacciones financieras deben estar ligadas a un activo tangible, y de acuerdo con la sharía el dinero de la operaciones que involucran intereses no pertenece a la categoría de activo tangible, por lo cual éstas no justifican la generación de dividendos (Inam & Kangni, 2010, p. 4-5).

De esta manera, la RSE es coherente con la misión del SBI, pero es contraria a la del SBO, pues este último tiene como objetivo primordial maximizar ganancias, lo que se opone a la naturaleza misma de la responsabilidad social empresarial.

Adicionalmente, el quinto pilar del islam, el azaque (zakat), es otra muestra de la coherencia entre la RSE y el SBI. El azaque estipula que todo musulmán debe otorgar una parte de sus ganancias a la caridad, con el fin de rendir tributo a Dios, así como un medio de purificación personal (BBC, 2009). El SBI ha establecido fondos de azaque con el fin de recibir estas contribuciones y posteriormente otorgarlas en forma de préstamos sin interés.

Dada la prohibición del uso de intereses como medio de generación de ganancias, la banca islámica creó instrumentos de inversión desprovistos de tasas de interés llamados qard-hasan, pagables de acuerdo a un cronograma establecido entre el prestamista y el beneficiario. Por ejemplo, desde 2008 los bancos islámicos en Libia han suministrado préstamos de este tipo para la compra de carros o muebles por valores entre los 3000 y 5000 dinares (entre 2500 y 4000 dólares americanos) (Khalifa & Bardai, 2013, p. 2).

Otro de los instrumentos que utiliza la banca islámica es el musharakah, principio mediante el cual tanto las ganancias como las pérdidas que obtenga el beneficiario de un préstamo dado por un banco para actividades generadoras de utilidades son compartidas entre ambos. En caso de presentarse pérdidas, los seguros utilizados son llamados tadamun o takaful, los cuales proveen protección recíproca de bienes mediante el riesgo compartido (Khalifa & Bardai, 2013, p. 6).

La RSE hace parte inherente de las operaciones e instrumentos existentes en la banca islámica, lo cual no ocurre en la banca occidental, donde la RSE es un concepto que se incorpora adicionalmente a las prácticas y herramientas establecidas en estas entidades. Además, el SBO se caracteriza por el individualismo y la secularidad, de modo que las personas pueden actuar dependiendo de lo que consideren moralmente debido, como por ejemplo implementar prácticas socialmente responsables.

La RSE reflejada en los reportes anuales bancarios

A manera de ejemplo, los reportes anuales de cinco diferentes bancos islámicos muestran que éstos últimos aplican los principios antes vistos, y reflejan la concordancia con la RSE. Estos fueron el Abu Dhabi Islamic Bank, de Emiratos Árabes Unidos; el Islamic Bank of Britain, uno de los pocos bancos islámicos de occidente; el Faysal Bank, de Pakistán; el Al Baraka Bank, gran grupo bancario presente en el mundo musulmán; y el Faisal Private Bank, de Suiza.

Cada uno de los reportes y páginas web de los cinco bancos resaltan los principios éticos del islam que guían su trabajo diario y mencionan al azaque como un tributo ineludible. Todos efectúan acciones de caridad, pero solo dos de ellos dan muestra de una participación más activa en la sociedad. Esto puede deberse a que el Abu Dhabi Islamic Bank y el Faysal Bank trabajan en Estados islámicos donde hay un ambiente más propicio para entablar cooperaciones con organizaciones fundadas en los mismos principios. Se puede afirmar, por tanto, que el nivel de participación del SBI en la sociedad depende del país en donde se sitúe cada institución. Se observa así mismo una limitación de la RSE con respecto al asistencialismo, ya que no hay cifras sobre el compromiso de los bancos estudiados con la justicia social y la redistribución de la riqueza.

En contraste, se puede hacer una comparación con los reportes anuales de cinco bancos occidentales: el BNP Paribas, de Francia; el Nordea Bank, con posicionamiento en los países nórdicos, el Banco Santander, cuya banca comercial tiene un amplio posicionamiento internacional; el Royal Bank of Canada; y el Ecobank, de África. En este caso, la RSE se identifica como un rubro aparte de las operaciones y servicios bancarios que ofrece cada uno. Dos de los bancos, Santander y Nordea Bank, dedican un capítulo de sus reportes a la sostenibilidad, mientras que los otros tres realizan acciones encaminadas al beneficio social.

El éxito que experimentan los bancos islámicos está relacionado con la confianza que generan en sus consumidores y con su estricto seguimiento de los principios de la sharía. Además, el sector ha sabido atraer a consumidores no musulmanes (Abdullah,  Sidek & Adnan, 2012). Durante la crisis financiera desencadenada en 2007, hubo bancos islámicos en Europa que reportaron el incremento de la apertura de cuentas por parte de usuarios no musulmanes, en gran parte porque éstos prohíben la incertidumbre, lo cual favoreció a que no resultaran afectados por la crisis (Daily Mail Reporter, 2008).

En conclusión, la banca islámica, a través de instrumentos como el azaque, el qard-hasan y el tadamun o takaful, logra una congruencia inintencionada con la RSE, lo que a su vez tiene un efecto positivo en la confianza de sus consumidores, pues se encuentra cimentada en firmes principios religiosos que alimentan la creencia en que su actuar es forzosamente ético. También se puede concluir que lo contrario ocurre con la banca occidental, que ha debido incorporar prácticas social- y ambientalmente responsables adicionales a sus operaciones tradicionales, puesto que su objetivo y sus principios no están alineados con la RSE.

Por último, es pertinente preguntarse si la práctica responde a la teoría, debido a que los reportes anuales bancarios demuestran que si bien el SBI implementa sus instrumentos siguiendo los principios de la sharía, su impacto social está limitado al Estado donde se sitúe la entidad.


 

Referencias

Al Baraka Bank (2011). Anual report 2011. Recuperado de http://www.albaraka.com/media/pdf/AnnualReports/Al_Baraka_Banking_Group_Annual_Report_2011.pdf

Abdullah, A. A., Sidek, R. y Adnan, A. A. (2012). Perceptions of non-muslims customers towards Islamic banks in Malaysia. International Journal of Business and Social Science, 3(11), 151-163.

Abu Dhabi Islamic Bank (2011). Annual report 2011. Recuperado de http://www.adib.ae/sites/default/files/Annual_Report_2010.pdf

Aribi, Z. & Gao, S. (2010). Corporate Social Responsibility disclosure: A comparison between Islamic and conventional financial institutions. Journal of Financial Reporting and Accounting, 8(2), 72-91.

BBC (2009). Zakat: charity [En línea]. Recuperado de  http://www.bbc.co.uk/religion/religions/islam/practices/zakat.shtml

BNP Paribas (2012). 2012 annual report. Recuperado de http://annualreport.bnpparibas.com/2012/ra/data/Rapport_Annuel_2012_BNPParibas.pdf

Daily Mail Reporter (6 de octubre de 2008). Non-Muslims flock to ‘safe haven’ Sharia bank protected from the crunch by non-gambling rule. MailOnline. [En línea]. Recuperado de http://www.dailymail.co.uk/news/article-1070430/Non-Muslims-flock-safe-haven-Sharia-bank-protected-crunch-non-gambling-rule.html#ixzz304RWnysK

Dusuki, A. & Abdullah, N. (2007). Maqasid al-Shari`ah, Maslahah, and Corporate Social Responsibility.The American Journal of Islamic Social Sciences, 24(1), 25-45.

Ecobank (2012). Ecobank Group annual report 2012. Recuperado de http://www.ecobank.com/upload/2013061307574253035VZ4TnEwdSU.pdf

Faisal Private Bank (s. f.). [Página web]. Recuperado de

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Imam, P. & Kangni, K. (2010). Islamic Banking: how has it diffused? (IMF Working Paper WP/10/195). Washington D. C.: IMF. Recuperado de http://www.imf.org/external/pubs/ft/wp/2010/wp10195.pdf

Islamic Bank of Britain (2011). Annual report and financial statements. For the year ended 31 December 2011. Recuperado de http://www.alrayanbank.co.uk/media/37376/annual-report-and-financial-statements-2011-1-.pdf

Kamla, R. & Rammal, H. (2013). Social reporting by islamic banks: does social justice matters? Accounting, Auditing & Accountability Journal, 26(6), 911-945.

Khalifa, A. & Bardai, B. (2013). The feasible acceptance of Al-Qard Al-Hasan (benevolent loan) mechanism in the Lybian banking system. Al-Madinah Management and Finance Science,2(6) Recuperado de http://scholar.mediu.edu.my/index.php/MFC/issue/view/874

Nordea Bank (2013). Annual report 2013. Recuperado de http://www.nordea.com/sitemod/upload/root/www.nordea.com%20-%20uk/Investorrelations/reports/ar/Nordea_Annual_Report_2013.pdf

Pontificia Universidad Javeriana (s. f.). [En línea]. Recuperado de

Royal Bank of Canada. (2013). Annual report 2013. Recuperado de http://www.rbc.com/investorrelations/pdf/ar_2013_e.pdf

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Ullah, S. & Jamali, D. (2010). Institutional investors and corporate social responsibility: The role of Islamic financial institutions. International Review of Business Research Papers, 6(1), 619-630.

Yilmaz, D. (5 de octubre de 2009). Durmuş Yilmaz: Islamic finance – during and after de global financial crisis [Discurso de Durmuş Yilmaz, gerente del Banco Central de la República de Turquía, en la reunión anual del FMI y el Banco Mundial, Estambul]. Recuperado de http://www.bis.org/review/r091013c.pdf


 

Adriana Margarita De Oro Osorio
Profesional en Gobierno y Relaciones Internacionales
adrideoro@gmail.com

Revista Zero Impresa Edición 33
ISSN electrónico: 2344-8431
ISSN impreso: 2344-8431

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